viernes, 1 de abril de 2011

El corazón es un cazador solitario


Mi primer encuentro con la escritora Carson Mccullers.
A pasar de su juventud al escribir la novela y de las supuestas limitaciones que esto implica disfrute mucho de cada uno de los personajes. John Singer es el punto de encuentro entre todos los demás, que poco o nada tienen que ver, aparentemente cada  está tan delimitado que podríamos aplicar un solo adjetivo a cada uno: furia, nostalgia, desilusión, anhelo, compasión.  Parecen diferentes, pretender serlo y  mantenerse muy lejos del otro, pero en varios puntos lleguen inevitablemente a reflejarse en otro.
 Todos son parte de una sociedad segregada, seres marginales, rechazados y solitarios. Resulta fácil entrar en la carne de cada uno, entender sus reacciones, que parecen  inexplicables pues que se sustentan  simplemente en las emociones, en lo único que posee cada uno: los recuerdos, la añoranza, el sentimiento.
 Mick y los sueños que se esfuman, George y el sentimiento de culpa, la leve bondad de Mr. Branon, el doctor Copeland y sus ganas de hacer ver a los demás, la compasión de Portia, Antonaupoulos y su ensimismamiento, el odio ciego de Jake... forman todos un fiel retrato del gran sur, de su pobreza, su indiferencia y su ignorancia, narrada de la forma en que sólo un maldito podría hacerlo, aunque con un toque de inocencia.

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