08 Mayo de 2014
Facultad de Ciencias Sociales
Campus III
Licenciatura en Historia, 2do. Semestre.
Materia: Historia Regional
Ensayo:
Las
raíces no dan sombra
(Nacimiento y evolución del blues).
Alumna: Elizabeth Aracely Pérez Bezares.
Las raíces no dan sombra
“Los blues son la verdad, sino son
la verdad,
no son blues.”
Willie Dixon
I.
Antecedentes:
“Las raíces del árbol no dan
sombra”, así dice una antigua cita africana y así de profundo es el blues. Las Raíces de
éste género tienen una clara proveniencia, podemos remontarnos al origen de los
Griots, músicos del África del este, portadores de la memoria de África Occidental.
Cuando los primeros
esclavos llegaron
a Norteamérica, traídos desde la
costa occidental hasta 1812, cuando se prohibió su comercio, (sin embargo la
esclavitud no fue abolida hasta 1863) trajeron consigo muchas expresiones de su
cultura: religión, gastronomía, costumbres… sin duda llevaron su música a cada
rincón del mundo que se vieron obligados a pisar.
Perdieron su lengua pero pudieron adaptar a su nuevo idioma el sentimiento
que deseaban transmitir. De la fusión de
sus ritmos con ritmos blancos nacieron
nuevas expresiones musicales al principio desde el ámbito religioso, como el góspel,
y desde el mundo profano, como el blues.
Al remontarnos al origen Africano, encontramos un instrumento llamado
halam usado por los mandingas de Senegal, muy parecido al banjo. Al llegar a
los Estados Unidos los negros desarrollaron formas de expresión diversas entre
las que podemos destacar una antigua música que se tocaba con violín y una
flauta hecha de carrizo, que producía dos sonidos: agudo y grave.
El hombre blanco siempre ha sentido temor por dichas manifestaciones,
asociándolas con una idea de barbarie y de hechicería más que de cultura, sin
darse cuenta que al pensar de esa forma, es el hombre occidental quien ha
demostrado ser más inculto e incivilizado, temeroso de todo lo que no conoce.
Los negros vivieron la represión en todos los sentidos, la música no fue
la excepción: en 1900 se les prohibió tocar música con tambores.
Sin embargo sería la
guitarra el instrumento elegido para la
representación de esta música, influyó el hecho de que era accesible incluso
para gente extremadamente pobre, que haciendo enormes sacrificios podía acceder
a este instrumento popular. También influyó
el hecho de ser similar al instrumento
africano llamado: “goje”.
Los orígenes de la
guitarra se remontan hasta el siglo XVI en que aparece la guitarra barroca,
pero es alrededor de 1850 cuando surge la guitarra española, gracias al luthier
Antonio Torres Jurado (1817-1892) cuando
comenzaron a popularizarse.
En 1929 los hermanos Dopyera
dieron forma definitiva al dobro (guitarras con resonador metálico), que
rápidamente fueron aceptadas por algunos bluesman.
El sonido característico que revolucionaría ésta música surgió de las
distintas formas de afinar el instrumento, pues permitían que no fuera
necesario hacer las posturas y acordes clásicos y conseguir un nuevo sonido:
más emotivo, más natural, más crudo, más surgido de la emoción.
“Para conocerte a ti mismo tienes que conocer
tu pasado,
para saber a dónde vas, tienes que saber de dónde
vienes”
Sabiduría popular.
II.
Origen:
Se puede decir que el blues nace en el delta del Mississippi, en el sur
de los estados unidos, el cual cuenta con una población mayoritariamente negra.
En los alrededores del delta hay unas 1,000 hectáreas de algodonal,
especialmente cerca de Clarksdale.
La mayoría de músicos del blues fueron trabajadores, en especial
recolectores de algodón, es por eso que el blues es una de las músicas más
tristes, nace de la opresión de una clase social que ni siquiera era tomada en
cuenta para reconocer sus derechos civiles más elementales.
Grandes músicos como Robert Johnson, Son House, Skip James, Mississippi
John Hurt, Charley Patton, Willie Brown y Muddy Waters, provenían de la
plantación de Dockery en el corazón del delta.
Por lo tanto, el blues tiene su origen en las llamadas “work songs” o
canciones que los trabajadores improvisaban y cantaban durante su jornada.
Muchas canciones hablan sobre: Joe Turner, este fue uno de muchos personajes
tristemente célebres por la manera en que embaucaba y engañaba a la población
negra para esclavizarla.
Al inicio el blues también estaba emparentado con los “hollers” o
espirituales. La música religiosa nació
de la necesidad de sentir la esperanza de tener algo mejor, aunque fuera en
otra vida. Más tarde hubo un alejamiento, el blues era muy mal visto por la
población creyente, pues se trataba de música profana. Las letras cobraron un
tinte romántico, hablaban del amor, pero siguieron siendo esencialmente
tristes. Cuando decían: “mi mujer me engaña, mi mujer es mala conmigo”, como
ellos mismo relatan no se referían más que a la relación impuesta por sus amos,
son letras con trasfondo social.
Quizá lo más característico de esta música sea la desnudez:
“Cada nota sale del alma y el canto es
apasionado y áspero. Los ritmos son enérgicos, se tocan pocas notas y la
guitarra se repite insistentemente”. (Moirón, 2012: 3)
III.
Intérpretes:
¿Quiénes eran estos músicos negros; que no sólo desarrollaron un sonido
que representa una fuga para escapar a un lugar mejor, sino que también
tuvieron un aporte en la lucha por los derechos sociales?
El primer
disco “Crazy Blues” lo grabó una cantante: Mammie Smith, en 1920. Pero el músico más importante del género de
las primeras décadas fue Robert Johnson.
Entre los primeros bluesman y los más destacados
podemos mencionar a: LeadBelly, Dee Bellum, King Biscuit, Ferris Street, Bumble
Bee Smith, Budy Bolden, Big Bill Bronzy, Lohn Jhonson, Jhon Lee Hocker, Sonny
Boy Williams, Menphis Slim, Sam Chatmon, Howlin´Wolf, Lightnin Hopkins, Stephen
Hames Taylor, Skip James y J. B. Lenoir,
entre otros.
Éste género también estuvo representado por mujeres,
entre ellas: Leroy Carr, Ma Rainy, Sister Rossetta Tharpe, Mamie Smith, Clara
Smith, Trixie Smith, Bessie Smith, Ida Cox, Catherine Handy Lewis, Dinah
Washington, Elizabeth Cotton, Lucille Bogan, Koko Taylor…
También hubo varios músicos ciegos, muchos de ellos virtuosos, que
también provenían del sureste: Blind Willie Johnson, Snook Eaglin, Pearly
Brown, Gary Davis, Sonny Terry, Sleeapy Joe Estes, Blind Blake, Simmie Dooley e incluso Ray Charles.
La mayoría de ellos fueron trabajadores, que provenían de hogares
sumamente pobres y que vivieron en carne propia el racismo, la segregación
social, la imposición de la “supremacía blanca”, en una época en donde los
linchamientos y ahorcamientos de los esclavos se permitían y se justificaban. La
cantante de jazz Billie Holliday lamentó estos hechos en su blues “Stranger
fruits”.
Luego de la aparición de líderes sociales como Martin Luther King y
Malcom X, y de sucesos tan importantes como “La
marcha del millón de hombres” en Washington, comenzó a forjarse el ideal
del nuevo hombre negro. El blues representa el origen, el recuerdo de los
campos de algodón.
A partir de dichos sucesos, las letras del blues también cambiaron y se
comprometieron con esa lucha por la libertad, junto con manifestaciones como el
soul, por medio de consignas como: “Say it loud, I´m black and I´m proud”
(“Dilo en alto: soy negro y estoy
orgulloso”, James Brown.)
El blues en su origen fue una “música de raza”, pero a través del tiempo,
pasó a ser mucho más que eso, representa el canto de los oprimidos, de miles de
mujeres y hombres en condiciones duras, que a pesar de todo tienen la fortaleza
de espíritu para cantar, para hacer de su dolor un hermoso lamento.
Con el paso del tiempo el blues se popularizó y fue reconocido por la
población blanca. De hecho fue una influencia importante en la formación del
rock and roll. En 1927 “Dark was the
night” de Blind Willie Jhonson, fue
grabado en Columbia, cinco décadas después, en 1977 llegó al espacio por medio
de la sonda “Voyager” de la NASA, que fue enviada al espacio exterior con
mensajes en 50 idiomas y con los discos más representativos del espíritu
humano. He ahí los alcances del blues.
IV.
Las primeras grabaciones
William Christopher Handy más conocido como W. C. Handy fue el primero
en publicar, en 1873, una canción de blues, él se autoproclamó el inventor del
género, se dice que fue el primero en hacer un “slide”, utilizando el mango de
su navaja para tocar, mientras esperaba en una parada de autobús.
El primer
disco de blues, fue grabado por
Okeh Records en 1920: “Crazy Blues” de la
cantante: Mammie Smith. Entre
1920 y 1929 Blind Lemon Jefferson, grabó más de 100 canciones.
Un aporte fundamental para la historia de la música lo realizó John
Lomax, quien viajó por todo el país y varios lugares del mundo, en la década de
los treinta, recopilando música para la Biblioteca del congreso. Gracias a él
se preservaron sesiones de muchos músicos pioneros de éste género, con sus
variedades más tradicionales.
Es importante contextualizar este auge de las grabaciones que se dio en los años veintes.
Cabe decir que la industria musical aún no estaba desarrollada y las “disqueras”
no existían, eran las empresas encargadas de hacer muebles y gramófonos,
quienes realizaban grabaciones, estas recopilaron las primeras piezas
del blues.
En 1920 también comenzó la ley seca
(estuvo vigente hasta 1933), algunos negros que habían migrado a la ciudad, se
empleaban en el tráfico clandestino de alcohol. El ambiente “bohemio”
propiciaba que los músicos y cantantes de vodevil, pudieran vivir de sus
representaciones y espectáculos.
La explotación y el racismo que sufría la raza negra estaba latente, en 1927 la zona del Mississippi sufrió una
gran inundación, y la población de color fue obligada a construir grandes
diques, limpiar y reconstruir las
ciudades, realizando todas esas labores como “trabajo no remunerado”.
Fue 1930 la década de la decadencia de estas primeras grabaciones, se
dice que sobre todo influyeron dos sucesos: la gran depresión o el crack de la
bolsa en 1929, y la aparición de la radio, que permitía tener acceso gratuito a
la música, como resultado la mayoría de compañías que grababan y fabricaban los
gramófonos, quebraron.
V.
Expansión geográfica
Las corrientes del blues, como las crecidas del Mississippi, comenzaron
a esparcirse por todos lados, dando lugar a una variedad de estilos de blues
norteamericano:
·
Piedmont:
conocido como el blues de los Apalaches, abarca desde Florida, Carolina, Virginia,
Georgia, Alabama, Atlanta, Arkansas y Tennesse. Tiene
una fuerte influencia del ragtime, su principal característica es el método del
“fingerpicking” al tocar la guitarra.
·
Texas: su primera estrella del
folk blues fue Blind Lemon Jefferson, además de Blind Willie Johnson, está en
la línea de lo que sería conocido como Holy blues o blues con temática religiosa.
·
Chicago:
desde la gran depresión cobró importancia, a raíz de la migración. Casi un 60%
llegó proveniente del Mississippi, buscando incorporarse a las nuevas fuentes
de trabajo, de este proceso nace el blues eléctrico, así como la incorporación
de nuevos instrumentos como el piano, la armónica, bajo eléctrico, saxofón, trompeta
y la batería, incorporada en 1940. De ahí surgió la disquera Chess Records (con
la repercusión musical que esto implicó) y el compositor y contrabajista Willie
Dixon.
·
California:
vivió un proceso migratorio parecido, desde Texas, Louisiana y Oklahoma para
trabajar en los astilleros. Este estilo fue mezclándose con el jazz, es
conocido como el blues de la Costa Oeste. Logró un sonido característico que se
conocería como Rythm and Blues (R&B) desde 1949 cuando un redactor de la revista musical
Billboard, Jerry Wexler, (quien más tarde sería productor del sello Atlantic
Record) lo nombró de esta manera.
Otros lugares
destacados en cuanto a los estilos del blues son: Memphis como una zona de
trabajadores negros en donde tuvo un gran auge el blues eléctrico. Saint Louis,
como una ciudad importante como enclave fluvial y como centro industrial. Nueva Orleans, la cuna del jazz como una gran
fuente de pianistas y fusión de estilos musicales. Por último, New York, ciudad en la que el
blues ya tenía pocas reminiscencias del sur, un blues acondicionado al teatro Apolo, como un
espectáculo de entretenimiento. (Moirón,
2012: 6)
VI.
Mitos, leyendas y verdades:
Desde su separación con el góspel o la llamada “música espiritual” en el siglo XIX, el blues
siempre estuvo rodeado de leyendas relacionadas con sus intérpretes: Tommy
Johnson fue el primero en decir que vendió su alma al diablo, dicen que Robert
Johnson vendió su alma al diablo en una encrucijada a cambio de la maestría tocando la guitarra,
Peetie Wheatstraw era llamado el yerno
del demonio.
Sería muy difícil
discernir qué tanto hay de verdad en estos mitos. Lo cierto es que al inicio,
los músicos que tocaban blues fueron vilipendiados y estigmatizados, no sólo
por la población blanca sino por la población negra creyente que relacionaba
esa música mundana con lo inmoral, cuestión
que además, muchas veces sí era verdad. Un aura de “pecado” y de deseo
rodeaba a los músicos, quienes llevaban una vida “inmoral” y bohemia, con los
peligros que esto conlleva.
Las verdades del
blues son otras, quizá todavía dolorosas para la humanidad, en especial para la
sociedad norteamericana que aún tiene la tarea de lograr una integración social
real, aunque la tarea de exterminar por fin los prejuicios raciales nos
corresponde a todos.
J. B. Lenoir murió a
los 40 años, en la década de los 60s, era un músico prolífico del blues
eléctrico, que estaba realizando aportes importantes en cuanto a las letras del
blues, con nuevas temáticas como la guerra de Vietnam y la lucha por los
derechos civiles. Murió a causa de la
negligencia, ya que por ser una persona de color, en el hospital nadie tomó en
cuenta sus lesiones tras un accidente de tráfico.
La cantante Bessie Smith, en 1937, también murió desangrada tras un
accidente de coche, ningún hospital quiso aceptarla por ser negra. En 1970
Janis Joplin, poco antes de su propia muerte, decidió pagar la lápida de la
tumba de Bessie, según ella pagaba una especie de deuda, decía que: “Si no
hubiera habido esta música, me habría marchado al infierno”.
Blind Willie Jhonson
se quedó ciego a los siete años, cuando su madrasta le arrojó legía a la cara
para vengarse de la golpiza que le había dado su padre.
Skip James desapareció
durante 33 años, desde 1931 hasta 1964. Se dice que se refugió en el góspel durante
un tiempo (su padre era pastor de una iglesia), al igual que muchos músicos que
renegaron del blues durante un tiempo, mientras sólo tocaban espirituales, y
que después estuvo muy enfermo. Reapareció públicamente en el primer festival
de Newport, realizado el 29 de abril de 1967, al cual asistieron unas 18, 000
personas, dicen que en todo ese tiempo no había tocado la guitarra, cuando se
presentó al festival todavía llevaba la identificación del hospital en donde
había estado, sin embargo tocó la guitarra con la misma maestría que 33 años
atrás.
Por eso dicen que: el blues es la verdad, que es una música
con espíritu. Porque no puede ser una representación falsa como esos productos
musicales de corta duración que abundan en nuestros días, el blues brota desde dentro, es real, es una
música con alma. El blues se tiene o no
se tiene y no puede comprarse ni puede fingirse.
Bibliografía:
ª
García
Ledesma Jorge. El
camino triste de una música, el blues en México y otros textos de blues. 2008, Ediciones La Cuadrilla de la Langosta, México,
Distrito Federal.
ª
Herzhaft, Gerard, La
gran enciclopedia del blues, Editorial Ma Non Tropp, PDF
ª
Miranda
Fernando y R. J. Gauna, Raíces del blues,
2013, PDF.
ª
Moirón
Eugenio, Historia del Blues, 2012, PDF.
ª
Roldán
Calzado Juan Luis, Ensayo: Mamá hay un hombre blanco en mi banda (una
historia del blues en blanco y negro), 2013, Madrid, España, PDF.
Filmografía:
ª
Burnett
Charles, Entre lo sagrado y lo profano,
2003. EEUU, 106 min. Vulcan Productions and Reverse Angle Internacional, Serie
de 7 películas documentales: “The Blues” producidas por Martin Scorsese.
ª
Scorsese
Martin. Nostalgia del hogar, 2003.
EEUU y África (Malí), 103 min. Vulcan Productions and Reverse Angle
Internacional, Serie de 7 películas documentales: “The Blues” producidas por
Martin Scorsese.
ª
Wenders
Wim, The soul of a man, El sentimiento
del hombre. EEUU, 2003. 103
min. Vulcan Productions and Reverse Angle Internacional, Serie de 7 películas
documentales: “The Blues” producidas por Martin Scorsese.
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