miércoles, 16 de julio de 2014

Las raíces no dan sombra

08 Mayo de 2014



Facultad de Ciencias Sociales
Campus III

Licenciatura en Historia, 2do. Semestre.
Materia: Historia Regional
Ensayo:
Las raíces no dan sombra
(Nacimiento y evolución del blues).

Alumna: Elizabeth Aracely Pérez Bezares.

Las raíces no dan sombra

“Los blues son la verdad, sino son la verdad,
no son blues.”
Willie Dixon
I.                   Antecedentes:

Las raíces del árbol no dan sombra”, así dice una antigua cita africana y  así de profundo es el blues. Las Raíces de éste género tienen una clara proveniencia, podemos remontarnos al origen de los Griots, músicos del África del este, portadores de la  memoria de África Occidental.
Cuando los primeros esclavos llegaron a Norteamérica, traídos desde la costa occidental hasta 1812, cuando se prohibió su comercio, (sin embargo la esclavitud no fue abolida hasta 1863) trajeron consigo muchas expresiones de su cultura: religión, gastronomía, costumbres… sin duda llevaron su música a cada rincón del mundo que se vieron obligados a pisar.
Perdieron su lengua pero pudieron adaptar a su nuevo idioma el sentimiento que deseaban transmitir.  De la fusión de sus ritmos con  ritmos blancos nacieron nuevas expresiones musicales al principio desde el ámbito religioso, como el góspel, y desde el mundo profano, como el blues.
Al remontarnos al origen Africano, encontramos un instrumento llamado halam usado por los mandingas de Senegal, muy parecido al banjo. Al llegar a los Estados Unidos los negros desarrollaron formas de expresión diversas entre las que podemos destacar una antigua música que se tocaba con violín y una flauta hecha de carrizo, que producía dos sonidos: agudo y grave.
El hombre blanco siempre ha sentido temor por dichas manifestaciones, asociándolas con una idea de barbarie y de hechicería más que de cultura, sin darse cuenta que al pensar de esa forma, es el hombre occidental quien ha demostrado ser más inculto e incivilizado, temeroso de todo lo que no conoce.
Los negros vivieron la represión en todos los sentidos, la música no fue la excepción: en 1900 se les prohibió tocar música con tambores.

Sin embargo sería la guitarra el  instrumento elegido para la representación de esta música, influyó el hecho de que era accesible incluso para gente extremadamente pobre, que haciendo enormes sacrificios podía acceder a este instrumento popular.  También influyó el hecho de ser similar al  instrumento africano llamado: “goje”.
Los orígenes de la guitarra se remontan hasta el siglo XVI en que aparece la guitarra barroca, pero es alrededor de 1850 cuando surge la guitarra española, gracias al luthier Antonio Torres Jurado (1817-1892)  cuando comenzaron a popularizarse.  
En 1929 los hermanos Dopyera dieron forma definitiva al dobro (guitarras con resonador metálico), que rápidamente fueron aceptadas por algunos bluesman.
El sonido característico que revolucionaría ésta música surgió de las distintas formas de afinar el instrumento, pues permitían que no fuera necesario hacer las posturas y acordes clásicos y conseguir un nuevo sonido: más emotivo, más natural, más crudo, más surgido de la emoción.
   “Para conocerte a ti mismo tienes que conocer tu pasado,
 para saber a dónde vas, tienes que saber de dónde vienes”
Sabiduría popular.
II.                Origen:  

Se puede decir que el blues nace en el delta del Mississippi, en el sur de los estados unidos, el cual cuenta con una población mayoritariamente negra. En los alrededores del delta hay unas 1,000 hectáreas de algodonal, especialmente cerca de Clarksdale.
La mayoría de músicos del blues fueron trabajadores, en especial recolectores de algodón, es por eso que el blues es una de las músicas más tristes, nace de la opresión de una clase social que ni siquiera era tomada en cuenta para reconocer sus derechos civiles más elementales.
Grandes músicos como Robert Johnson, Son House, Skip James, Mississippi John Hurt, Charley Patton, Willie Brown y Muddy Waters, provenían de la plantación de Dockery en el corazón del delta.

Por lo tanto, el blues tiene su origen en las llamadas “work songs” o canciones que los trabajadores improvisaban y cantaban durante su jornada. Muchas canciones hablan sobre: Joe Turner, este fue uno de muchos personajes tristemente célebres por la manera en que embaucaba y engañaba a la población negra para esclavizarla. 
Al inicio el blues también estaba emparentado con los “hollers” o espirituales.  La música religiosa nació de la necesidad de sentir la esperanza de tener algo mejor, aunque fuera en otra vida. Más tarde hubo un alejamiento, el blues era muy mal visto por la población creyente, pues se trataba de música profana. Las letras cobraron un tinte romántico, hablaban del amor, pero siguieron siendo esencialmente tristes. Cuando decían: “mi mujer me engaña, mi mujer es mala conmigo”, como ellos mismo relatan no se referían más que a la relación impuesta por sus amos, son letras con trasfondo social.
Quizá lo más característico de esta música sea la desnudez: “Cada nota sale del alma y el canto es apasionado y áspero. Los ritmos son enérgicos, se tocan pocas notas y la guitarra se repite insistentemente”. (Moirón, 2012: 3)

III.             Intérpretes:

¿Quiénes eran estos músicos negros; que no sólo desarrollaron un sonido que representa una fuga para escapar a un lugar mejor, sino que también tuvieron un aporte en la lucha por los derechos sociales?   
 El primer  disco “Crazy Blues” lo grabó una cantante: Mammie Smith, en 1920.  Pero el músico más importante del género de las primeras décadas fue Robert Johnson.
Entre los primeros bluesman y los más destacados podemos mencionar a: LeadBelly, Dee Bellum, King Biscuit, Ferris Street, Bumble Bee Smith, Budy Bolden, Big Bill Bronzy, Lohn Jhonson, Jhon Lee Hocker, Sonny Boy Williams, Menphis Slim, Sam Chatmon, Howlin´Wolf, Lightnin Hopkins, Stephen Hames Taylor, Skip James  y J. B. Lenoir, entre otros.
Éste género también estuvo representado por mujeres, entre ellas: Leroy Carr, Ma Rainy, Sister Rossetta Tharpe, Mamie Smith, Clara Smith, Trixie Smith, Bessie Smith, Ida Cox, Catherine Handy Lewis, Dinah Washington, Elizabeth Cotton, Lucille Bogan, Koko Taylor…
También hubo varios músicos ciegos, muchos de ellos virtuosos, que también provenían del sureste: Blind Willie Johnson, Snook Eaglin, Pearly Brown, Gary Davis, Sonny Terry, Sleeapy Joe Estes, Blind Blake,  Simmie Dooley e incluso Ray Charles.
La mayoría de ellos fueron trabajadores, que provenían de hogares sumamente pobres y que vivieron en carne propia el racismo, la segregación social, la imposición de la “supremacía blanca”, en una época en donde los linchamientos y ahorcamientos de los esclavos se permitían y se justificaban. La cantante de jazz Billie Holliday lamentó estos hechos en su blues “Stranger fruits”.
Luego de la aparición de líderes sociales como Martin Luther King y Malcom X, y de sucesos tan importantes como “La marcha del millón de hombres” en Washington, comenzó a forjarse el ideal del nuevo hombre negro. El blues representa el origen, el recuerdo de los campos de algodón.
A partir de dichos sucesos, las letras del blues también cambiaron y se comprometieron con esa lucha por la libertad, junto con manifestaciones como el soul, por medio de consignas como: “Say it loud, I´m black and I´m proud” (“Dilo en alto: soy negro y estoy orgulloso”, James Brown.)
El blues en su origen fue una “música de raza”, pero a través del tiempo, pasó a ser mucho más que eso, representa el canto de los oprimidos, de miles de mujeres y hombres en condiciones duras, que a pesar de todo tienen la fortaleza de espíritu para cantar, para hacer de su dolor un hermoso lamento.
Con el paso del tiempo el blues se popularizó y fue reconocido por la población blanca. De hecho fue una influencia importante en la formación del rock and roll.  En 1927 “Dark was the night” de  Blind Willie Jhonson, fue grabado en Columbia, cinco décadas después, en 1977 llegó al espacio por medio de la sonda “Voyager” de la NASA, que fue enviada al espacio exterior con mensajes en 50 idiomas y con los discos más representativos del espíritu humano. He ahí los alcances del blues.

IV.             Las primeras grabaciones

William Christopher Handy más conocido como W. C. Handy fue el primero en publicar, en 1873, una canción de blues, él se autoproclamó el inventor del género, se dice que fue el primero en hacer un “slide”, utilizando el mango de su navaja para tocar, mientras esperaba en una parada de autobús. 
El primer  disco  de blues, fue grabado por Okeh Records en 1920: “Crazy Blues” de la  cantante: Mammie Smith. Entre 1920 y 1929 Blind Lemon Jefferson, grabó más de 100 canciones.
Un aporte fundamental para la historia de la música lo realizó John Lomax, quien viajó por todo el país y varios lugares del mundo, en la década de los treinta, recopilando música para la Biblioteca del congreso. Gracias a él se preservaron sesiones de muchos músicos pioneros de éste género, con sus variedades más tradicionales. 
Es importante contextualizar este auge de las  grabaciones que se dio en los años veintes. Cabe decir que la industria musical aún no estaba desarrollada y las “disqueras” no existían, eran las empresas encargadas de hacer muebles y  gramófonos,  quienes realizaban grabaciones, estas recopilaron las primeras piezas del blues.
En 1920 también comenzó  la ley seca (estuvo vigente hasta 1933), algunos negros que habían migrado a la ciudad, se empleaban en el tráfico clandestino de alcohol. El ambiente “bohemio” propiciaba que los músicos y cantantes de vodevil, pudieran vivir de sus representaciones y espectáculos.
La explotación y el racismo que sufría la raza negra estaba latente,  en 1927 la zona del Mississippi sufrió una gran inundación, y la población de color fue obligada a construir grandes diques, limpiar  y reconstruir las ciudades, realizando todas esas labores como “trabajo no remunerado”. 
Fue 1930 la década de la decadencia de estas primeras grabaciones, se dice que sobre todo influyeron dos sucesos: la gran depresión o el crack de la bolsa en 1929, y la aparición de la radio, que permitía tener acceso gratuito a la música, como resultado la mayoría de compañías que grababan y fabricaban los gramófonos, quebraron.

V.                Expansión geográfica

Las corrientes del blues, como las crecidas del Mississippi, comenzaron a esparcirse por todos lados, dando lugar a una variedad de estilos de blues norteamericano:
·         Piedmont: conocido como el blues de los Apalaches, abarca desde Florida, Carolina, Virginia, Georgia, Alabama,  Atlanta,  Arkansas y Tennesse. Tiene una fuerte influencia del ragtime, su principal característica es el método del “fingerpicking” al tocar la guitarra.
·         Texas: su primera estrella del folk blues fue Blind Lemon Jefferson, además de Blind Willie Johnson, está en la línea de lo que sería conocido como Holy blues o  blues con temática religiosa.
·         Chicago: desde la gran depresión cobró importancia, a raíz de la migración. Casi un 60% llegó proveniente del Mississippi, buscando incorporarse a las nuevas fuentes de trabajo, de este proceso nace el blues eléctrico, así como la incorporación de nuevos instrumentos como el piano, la armónica, bajo eléctrico, saxofón, trompeta y la batería, incorporada en 1940. De ahí surgió la disquera Chess Records (con la repercusión musical que esto implicó) y el compositor y contrabajista Willie Dixon.
·         California: vivió un proceso migratorio parecido, desde Texas, Louisiana y Oklahoma para trabajar en los astilleros. Este estilo fue mezclándose con el jazz, es conocido como el blues de la Costa Oeste. Logró un sonido característico que se conocería como Rythm and Blues (R&B) desde  1949 cuando un redactor de la revista musical Billboard, Jerry Wexler, (quien más tarde sería productor del sello Atlantic Record) lo nombró de esta manera.
Otros lugares destacados en cuanto a los estilos del blues son: Memphis como una zona de trabajadores negros en donde tuvo un gran auge el blues eléctrico. Saint Louis, como una ciudad importante como enclave fluvial y como centro industrial.  Nueva Orleans, la cuna del jazz como una gran fuente de pianistas y fusión de estilos musicales.  Por último, New York, ciudad en la que el blues ya tenía pocas reminiscencias del sur, un blues  acondicionado al teatro Apolo, como un espectáculo de entretenimiento. (Moirón, 2012: 6)

VI.             Mitos, leyendas y verdades:

Desde su separación con el góspel o la llamada  “música espiritual” en el siglo XIX, el blues siempre estuvo rodeado de leyendas relacionadas con sus intérpretes: Tommy Johnson fue el primero en decir que vendió su alma al diablo, dicen que Robert Johnson vendió su alma al diablo en una encrucijada  a cambio de la maestría tocando la guitarra, Peetie Wheatstraw  era llamado el yerno del demonio.
Sería muy difícil discernir qué tanto hay de verdad en estos mitos. Lo cierto es que al inicio, los músicos que tocaban blues fueron vilipendiados y estigmatizados, no sólo por la población blanca sino por la población negra creyente que relacionaba esa música mundana con lo inmoral, cuestión  que además, muchas veces sí era verdad. Un aura de “pecado” y de deseo rodeaba a los músicos, quienes llevaban una vida “inmoral” y bohemia, con los peligros que esto conlleva.
Las verdades del blues son otras, quizá todavía dolorosas para la humanidad, en especial para la sociedad norteamericana que aún tiene la tarea de lograr una integración social real, aunque la tarea de exterminar por fin los prejuicios raciales nos corresponde a todos.
J. B. Lenoir murió a los 40 años, en la década de los 60s, era un músico prolífico del blues eléctrico, que estaba realizando aportes importantes en cuanto a las letras del blues, con nuevas temáticas como la guerra de Vietnam y la lucha por los derechos civiles.  Murió a causa de la negligencia, ya que por ser una persona de color, en el hospital nadie tomó en cuenta sus lesiones tras un accidente de tráfico. 
La cantante Bessie Smith, en 1937, también murió desangrada tras un accidente de coche, ningún hospital quiso aceptarla por ser negra. En 1970 Janis Joplin, poco antes de su propia muerte, decidió pagar la lápida de la tumba de Bessie, según ella pagaba una especie de deuda, decía que: “Si no hubiera habido esta música, me habría marchado al infierno”.
Blind Willie Jhonson se quedó ciego a los siete años, cuando su madrasta le arrojó legía a la cara para vengarse de la golpiza que le había dado su padre.
Skip James desapareció durante 33 años, desde 1931 hasta 1964. Se dice que se refugió en el góspel durante un tiempo (su padre era pastor de una iglesia), al igual que muchos músicos que renegaron del blues durante un tiempo, mientras sólo tocaban espirituales, y que después estuvo muy enfermo. Reapareció públicamente en el primer festival de Newport, realizado el 29 de abril de 1967, al cual asistieron unas 18, 000 personas, dicen que en todo ese tiempo no había tocado la guitarra, cuando se presentó al festival todavía llevaba la identificación del hospital en donde había estado, sin embargo tocó la guitarra con la misma maestría que 33 años atrás.
Por eso dicen que: el blues es la verdad, que es una música con espíritu. Porque no puede ser una representación falsa como esos productos musicales de corta duración que abundan en nuestros días,  el blues brota desde dentro, es real, es una música con alma.  El blues se tiene o no se tiene y no puede comprarse ni puede fingirse.  

Bibliografía:

ª      García Ledesma Jorge.   El camino triste de una música, el blues en México y otros textos de blues.  2008,  Ediciones La Cuadrilla de la Langosta, México, Distrito Federal.
ª      Herzhaft,  Gerard, La gran enciclopedia del blues, Editorial Ma Non Tropp, PDF
ª      Miranda Fernando y R. J. Gauna, Raíces del blues, 2013, PDF.
ª      Moirón Eugenio, Historia del Blues, 2012, PDF.
ª      Roldán Calzado Juan Luis,  Ensayo: Mamá hay un hombre blanco en mi banda (una historia del blues en blanco y negro), 2013, Madrid, España, PDF.

Filmografía:

ª      Burnett Charles, Entre lo sagrado y lo profano, 2003. EEUU, 106 min. Vulcan Productions and Reverse Angle Internacional, Serie de 7 películas documentales: “The Blues” producidas por Martin Scorsese.
ª      Scorsese Martin. Nostalgia del hogar, 2003. EEUU y África (Malí), 103 min. Vulcan Productions and Reverse Angle Internacional, Serie de 7 películas documentales: “The Blues” producidas por Martin Scorsese.
ª      Wenders Wim, The soul of a man, El sentimiento del hombre. EEUU, 2003. 103 min. Vulcan Productions and Reverse Angle Internacional, Serie de 7 películas documentales: “The Blues” producidas por Martin Scorsese.



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