30/04/2014
Facultad de
Ciencias Sociales,
Campus III
Licenciatura
en Historia, 2do. Semestre.
Materia:
Geografía Histórica
Catedrático:
Pablo Uc González
Alumna: Elizabeth
Aracely Pérez Bezares.
Tema:
“Una micro visión del
tiempo-espacio”
Título:
Una visión de San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas, desde 1941, contada a través de una historia oral y apoyada
por elementos visuales: fotografías y video, para su reconstrucción.
Pregunta
general:
¿Cómo era la vida en San Cristóbal de Las Casas y cómo era
la vida en las comunidades, desde 1941?
Preguntas
específicas:
¿Cómo se manifiesta la
apropiación del espacio en la identidad individual?
¿Cómo era la vida social y sus
particularidades?
¿Cuáles son los cambios
geográficos más importantes? (físicos y ambientales)
¿Cuáles eran las costumbres en
cada territorio específico? (diferencias entre la ciudad y las comunidades)
¿Cuáles son los componentes
reales de un territorio y su implicación en el individuo?
Objetivo:
Este
trabajo se centra en una visión del tiempo y espacio, en San Cristóbal de Las Casas, por
medio de un recorrido a través de la memoria. Desde la perspectiva de H.
Mazurek, donde los actores sociales son un sostén del espacio y tiempo, del
territorio mismo: “la esencia del espacio es social”. (Espacio y territorio, Instrumentos metodológicos de investigación
social, 2006, pp. 12)
Como dice
Milton Santos “el lugar siempre está
cambiando de significado”, por eso pretendo rescatar una visión
microscópica, que aunque pequeña, muestre un fragmento necesario para la
comprensión de esta localidad, sus cambios, continuidades y discontinuidades.
Por último,
también dará como resultado una propuesta visual que ejemplifique y reconstruya, hasta donde sea posible, ese
trozo de realidad (espacio-tiempo), además de la fundamentación teórica escrita
del ensayo.
Justificación:
Este
es un intento por preservar un fragmento de la memoria colectiva de la cuidad,
por recuperar el origen y mostrar lo que permanece, lo que ya se ha ido.
Considero que
las ciencias sociales no deben perder de vista esa visión del individuo como
ente subjetivo portador de conocimientos, que permite contextualizar la identidad
de una región, como menciona Mazurek “el
lugar es inamovible pero cambiante.” (2006, pp. 18)
Entender pues la
Geografía y la historia como entes vivos, en transformación constante y
asomarnos a un pasado particular que se
universaliza, a través de un testimonio que ayuda al enriquecimiento
cultural.
También es un intento
por recuperar el origen, un origen propio y común, ya que como dice Luis
González: “Las rememoraciones son cada vez más escasas, quizá porque la escuela
ha dado en desdeñar el cultivo de la memoria o quizá por el atiborramiento de
noticias de la radio y la tele. La tradición transmitida oralmente está
perdiéndose. Es necesario apresurarse para recoger sus últimas voces”. (Todo es historia, 1989, pp.232)
Hipótesis:
Considero
que una micro visión refleja lo particular pero también lo universal, que representa el imaginario de una colectividad.
Como en
algunas obras de la literatura universal Comala, Macondo, el Llano Grande, Ciudad Real… representan una realidad única,
rica y diversa, que a pesar de sus diferencias puede identificarse con una realidad
común que se presenta también en muchos otros pueblos, a lo largo de toda
América Latina.
Por eso creo
que es importante dar valor a una voz y contextualizarla, porque muchas veces
llega a representar a las demás voces silenciadas, que por diversos factores no
pueden expresar su testimonio.
Creo que
muchas veces es en lo pequeño en donde se refleja lo significativo. Para mí es
importante recoger esta partícula de la memoria colectiva de la ciudad y sus
alrededores, (la ciudad como núcleo, y a veces sólo como parte de un centro
mayor, que incluye la vida en las comunidades) que presenta una visión
caleidoscópica, donde el universo se ensancha a través de un prisma.
Parto de una realidad
que quizá ejemplifica a muchas otras, que coincidieron en esa misma época y lugar y que adquiere importancia como parte de
la memoria histórica de este territorio. Como dice Korosik: “Cada fenómeno
puede ser comprendido como parte de un todo” (Unzúe, Geohistoria, pp.245)
Desarrollo
Desde
la perspectiva de la apropiación social, “la
localización es un acto social de inscripción de un lugar en la especificidad.”
(Mazurek, 2006, pp. 11), desde ese punto de vista el espacio y el tiempo no
tendrían sentido sin el papel que juegan los actores sociales.
Así como desde
la línea de la ecología cultural de Armillas, Palerm y Wolf, el hábitat es una
variable dependiente en la forma de
vida de una población.
Por eso me
parece importante rescatar el papel del individuo y de la historia oral como un
medio útil para llegar a una aproximación más real de nuestro origen, un
conocimiento más certero del espacio que ocupamos, espacio vivo que presenta cambios
a través del tiempo, los cuales deberíamos conocer para comprender mejor las
significaciones actuales.
Como señala
Andrés Fábregas “el cúmulo de historias
pueblerinas cobraron su verdadero valor como fuentes para el conocimiento
científico. Pasaron a ser indispensables medios de información que aportaban
datos valiosos para el entendimiento de la región”. Y añade: “hay que agregar el recuerdo de la gente como
dato confiable y a veces más, que el propio relato histórico”. (Introducción a la historia Local, 1978,
pp.7)
El testimonio
oral puede aportar aquellos datos simplemente anecdóticos que tanto han llamado
la atención a los historiadores anticuarios, pero también reflejan una visión
del pasado que es necesario conocer; no podemos saber a dónde vamos sin tener una
idea más o menos clara de dónde venimos.
Dice Castillo
Ramírez: “Los nuevos historiadores se
preocupan por buscar la relación que las evidencias tienen con la realidad que
les dio origen, como huellas de la actividad humana que brinda una versión de
tal realidad; son un tipo de memoria histórica”. (Testimonios autobiográficos y conocimiento histórico, en uso de la
construcción de las fuentes orales, 2007, pp. 19)
Por otro lado,
la idea del “origen” ha sido trascendental en
todas las culturas, siempre ligada al espacio, a la proveniencia del
“lugar”. Al tiempo como sucesión, como contraposición a la eternidad estática, el
tiempo con sus diferentes modalidades: continuo,
discontinuo, de corta y de larga duración… que atañe a los diversos momentos
de nuestra vida y representa cambios ideológicos, físicos y sociales a través
de nuestra historia.
Este es mi
acercamiento al origen, al propio, por medio de una pequeña historia que abarca
datos desde mi tatarabuela: Concepción Lara nacida en 1880, en Simojovel,
Chiapas.
Hacia un origen común, partiendo de la visión de mi
abuelo: Francisco Bezares Román, que nació el 4 de enero de 1941 en el barrio
del cerrillo y ejerció como maestro en comunidades rurales desde 1957, durante
35 años. Representa la historia de
muchos otros maestros rurales. Aporta datos sobre los lugares en los que vivió
en el estado: Jocosic, Matazano, San Pedro Soledad, Chihuahua, Tenango, Palmira,
Corralito, Huitepec Ocotal, San Felipe, Alcanfores y La Era.
Habla de la vida en estas comunidades y sus
diferencias con la ciudad de San Cristóbal, que aunque pequeña en ese entonces (en
1950 tenía 12 barrios) siempre
representó, por suerte o por desgracia, un “centro” geográfico para la mayoría de la población.
Migración
continua a la que mi abuelo se acostumbró desde pequeño, pues mi bisabuela: Ana
Román Lara nacida el 27 de julio de 1917, también fue maestra rural, una de las
pocas que en ese entonces había en el estado, sin embargo esto no alteró su
identidad de Sancristobalense (más que de “coleto”, pues a decir suyo, eso
engloba puntos de vista muy tradicionales).
El trabajo también
ahonda de manera breve, en algunos sucesos importantes como: la aparición
definitiva de la luz eléctrica en 1947 (las 24 horas), los transportes que se
utilizaban, la última inundación, en 1973, y como se vivió en Tuxtla y San Cristóbal la explosión
del Chichonal el 4 de noviembre de 1982.
Es pues, una visión subjetiva del
espacio-tiempo, como lo es la
subjetividad de lo humano, que sin embargo puede llegar a objetivarse y
contextualizarse, para no perder de vista el papel fundamental del individuo
como sujeto cognoscente, como afirma Segato, repetidamente: “no hay territorio sin sujeto de apropiación”,
“territorio se constituye en significante
de identidad (personal o colectiva), es la identidad la que genera, instaura el
territorio” (En busca de un léxico
para teorizar la experiencia territorial contemporánea, pp. 77).
Por su parte Orella
Unzué también añade conceptos del “espacio geohistórico como “producto
social”, y “construcción social”,
que se sostienen de forma teórica en lo afirmado por Milton Santos, Emmanuel
Wallestein y Ferdinand Braudel. Refuerza el concepto de lugar entendido como la
combinación de “identidad, instituciones
locales y vínculos globales” en transformación permanente. (Geohistoria, pp. 235.)
El presente
ensayo se ve complementado por el video que engloba fotografías del archivo de
mi abuelo, e imágenes de archivo de Jorge Mayorga, quien ha recopilado gran cantidad de material gráfico de la
ciudad, así como la entrevista, con preguntas abiertas, medio por el cual,
busqué reconstruir ese fragmento temporal y espacial, desde la representación
de un actor social. Como dice Luis
González: “la microhistoria más que saber
aspira a conocer. El relato microhistórico comporta, por definición, la
comprensión de los actores”. (Terruño, microhistoria y ciencias sociales, 1991,
pp. 30)
Conclusión:
Según Castillo Ramírez, “la historia oral no sólo es un recurso del conocimiento histórico, sino
también un ejercicio liberador”. “A través de la historia oral se puede conocer
la resistencia de la gente, su capacidad para enfrentar la adversidad, un
encuentro entre seres humanos que buscan comprender su mundo y el lugar que en
él ocupan.” (Testimonios
autobiográficos y conocimiento histórico, en uso de la construcción de las
fuentes orales, 2007, pp. 41, 42.)
Como
metodología de investigación, sin duda aporta datos útiles al conocimiento
histórico y también aporta una experiencia enriquecedora que ayuda a la
formación de “científicos sociales” con
una visión más cercana a la gente y a la colectividad de su entorno.
Además me obliga
a replantearme el papel de “núcleo rector”, que históricamente ha jugado San
Cristóbal, de dónde viene la idea de la supremacía cultural, que ha persistido durante mucho tiempo en el
imaginario de la sociedad “coleta”. Para mí San Cristóbal de Las Casas, es y ha
sido un “núcleo” dependiente de las comunidades aledañas, (como la mayoría de
ciudades) dependiente en cuanto al amplio sector alimentario, del campo como
sustento de vida y de, prácticamente todo lo concerniente al sector productivo.
¿Cuál es la
periferia y cuál es el centro? Ambos se complementan, se retroalimentan, están ligados uno al otro,
el centro no es centro sin la periferia.
En cuanto a la movilidad social, también están
relacionados, por el obligado movimiento de los actores, que como todo acto
social tiene repercusión en la comprensión de un lugar y sus significados. Pues
son esos actos sociales los que conforman la identidad individual y colectiva
de un espacio.
Las
comunidades rurales, tienen más desarrollado ese nexo con la tierra como
“pachamama”, la tierra como dadora de vida y del sustento diario, quizá por
ello dejan una huella tal en la vida de los individuos. Creo que esa añoranza
por el terruño es tierra fértil para la comprensión Geohistórica y una puerta
de entrada, para la formación de la “nueva historia”.
O como diría
Milán Kundera: “El grado de velocidad es
directamente proporcional a la intensidad del olvido, la lentitud es proporcional
al grado del recuerdo.” (La lentitud, 1995, pp. 147)
Anexos:
|
Preguntas de la entrevista:
1.
¿Dónde
y cuándo nació?
2.
¿Cómo
era ese barrio?
3.
¿Cómo
se divertía con los niños del lugar? (paseos, juegos etc.…)
4.
¿Cómo
describiría a San Cristóbal en ese entonces? (clima, población, ideología….)
5.
Como
maestro rural, ¿en qué comunidades vivió?
6.
¿Cómo
se desplazaba dentro de la ciudad y para salir de ella? (transportes)
7.
¿Cuáles
eran las diferencias entre la forma de vida de las comunidades y San Cristóbal?
8.
¿Cuáles
son los cambios más representativos que observa en la ciudad? (geográficos,
sociales y ambientales)
9.
¿Qué
es lo que más marcó su vida en las comunidades en las que vivió, qué es lo que
más recuerda?
10. ¿Cuáles serían los sucesos más
importantes o más representativos que recuerda de San Cristóbal de Las Casas?
Bibliografía:
§ Pere Sunyer
Martín “Antropología, geografía histórica
y formación del Estado de México”, Revista de Geografía Norte Grande,
número 54, 2013. Páginas: 67-84.
§ González y
González Luis, “Todo es historia”,
Ediciones Cal y Arena, México, 1989.
§ Mazurek,
Hubert. Espacio y territorio,
Instrumentos metodológicos de investigación social, Universidad de
Postgrado para la Investigación Estratégica en Bolivia, 1ª edición, Bolivia, La Paz, julio de 2006, pp. 3- 76.
§ González y
González Luis, “Terruño, microhistoria y
ciencias sociales” pp. 23-33, en “Región e historia en México (1700-1850)”.
Compilador: Pérez Herrero, Pedro. Instituto Mora. México, 1991.
§ Fábregas Puig,
Andrés, “Introducción a la historia Local”
pp. 7- 39, Colección Frontera. México
§ Unzué Orella
José Luis, “Geohistoria”, Páginas:
233-248.
§ Castillo
Ramírez María Gracia, Testimonios
autobiográficos y conocimiento histórico, en uso de la construcción de las
fuentes orales, escritas e iconográficas. Patricia Torres San Martín
(coordinadora). 2007, México, Universidad de Guadalajara.
§ Segato, Rita
Laura, En busca de un léxico para
teorizar la experiencia territorial contemporánea, pp. 75- 92.
§ Kundera Milán,
La lentitud, Tusquets, Colección
Andanzas, México 1995.