Las relaciones
familiares están construidas a modo de una red, cada hilo representa una
obligación, que a su vez forma la “reciprocidad”:
debes amar a tus padres, respetarlos, obedecerlos, cuidar a tus hermanos,
darles buen ejemplo, amar a tus hijos, educarlos, debes ser un apoyo
incondicional para cualquiera de ellos. En la novela la metamorfosis, Franz
Kafka desenmascara una realidad dolorosa y demoledora: el abandono. Al
principio de la novela es él, quien gracias a su trabajo en el almacén, brinda
el sustento económico a la familia. Sus padres son viejos y su hermana
demasiado joven, motivo que les impide trabajar. Su familia manifiesta hacia él,
un supuesto cariño que no es más que tolerancia y agradecimiento. Dichos
sentimientos se tornan en repulsión y en
asco, porque él mismo, quien antes representaba la estabilidad económica ahora los
ha hecho caer en la desgracia, están imposibilitados para reconocerlo como un
ser sensible después de la transformación que sufre. ¿Como es posible que un
animal, y uno tan insignificante, un insecto, este dotado de alma? Eso es impensable, son los mismos seres amados
quienes ahora lo aborrecen, quienes reducen su existencia a la de un animal, un
ser sin sentimientos. Son incapaces de mirar la angustia, la vergüenza y la
desesperanza que sufre. Al develar la falsedad del concepto de la solidaridad y
familiares, el autor nos conduce también a una crítica social, nos obliga a ver
la falsedad, la hipocresía y la importancia de la apariencia física. Si la
célula esta infectada, la sociedad misma es un organismo corrompido.
El sufrimiento es otro punto importante en la novela,
la metamorfosis que sufre Samsa no se presenta como un proceso lento y gradual,
la agonía es absoluta desde el principio, desde esa mañana cuando despierta
convertido en esa especie de cucaracha-escarabajo, comienza por pensar que es
un sueño, pero descubre que sus ojos no le mienten. La imposibilidad de
movimiento confirma que su espalda se ha vuelto una especie de caparazón y que
sobre su vientre descansan muchas patas. ¿Existe algo más repulsivo que una
cucaracha? La imagen que representa Gregorio es demoledora: un sujeto
empequeñecido, reducido por debajo de su condición humana, sin la que, le esta
vedada la capacidad de sentir, su monstruosidad le obliga a ocultarse bajo una
sabana, porque sus familiares
manifiestan repulsión al verlo, la criada manifiesta una simpatía por él,
pero es más parecida a la ternura que se le proporciona a los cachorros. Los
movimientos más simples se vuelven dolorosos, esta además imposibilitado para
comer. A través de esta trance deja a su
vez, de reconocer a sus familiares, su hermana representa ahora solo a una niña
que siente repulsión por él, su madre sufre desmayos al verlo, su padre es ese
sujeto hosco que lo trata con severidad, lo mira con odio y provoca en él esa
herida, no solamente la herida física de
la manzana lanzada hacia él, sino ese proyectil que lo hiere mas hondo: el
rechazo. La muerte de Gregorio es el
suceso más piadoso de la novela, porque la muerte representa una reconciliación
consigo mismo, es más bien un acto voluntario de abandono para cumplir con las
exigencias familiares de deshacerse de él, quien es además, inmediatamente
olvidado y remplazado por la imagen de la hermana, joven, vivaz, bella y
saludable.
Kafka nos sumerge en un laberinto interno, donde al
final de la caída, se encuentra un
espejo que resulta atemorizante porque
obliga a reconocer que todos alguna vez hemos sufrido la metamorfosis, algunas
veces para volvernos mariposa pero
también para ser, de vez en cuando, repugnantes cucarachas.
Escrito en Marzo/2008 aproximadamente.

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